Seguro que hay más aportaciones y puntos de vista para este palabro. Ahí van algunas:
- Donde se lea más y más detenidamente
- Donde los tiempos de un área ocupen sin miedo los de otra
- Donde nos peleemos con las TIC sin miedo a decir “he perdido el tiempo”
- Donde dialoguemos en torno a textos de diferente naturaleza en cualquier tiempo
- Donde tengamos en cuenta la agenda extraescolar del alumno
- Donde los padres no pretendan llenar de actividad cada hora de la vida de sus hijos
- Donde los gobernantes dejen madurar las reformas educativas
- Donde la escuela sea más Atenas y menos Jerusalén y Esparta
- Donde la formación de los profesores no parezca impulsada desde las asesorías técnicas para el desarrollo de programas geniales
- Donde el profesor tenga tiempo para pensar qué está haciendo
- ...
2 comentarios:
Suscribo todas esas ideas. Buscando una falsa eficiencia del aprendizaje, se diseñan programaciones definidas al minuto sin tener en cuenta los conocimientos previos de los participantes o las circunstancias que rodean al niño.
Después, los profesores, agobiados con cumplir el programa, acaban olvidándose del aprendizaje y se centran en la enseñanza.
Hacer las cosas más despacio no supone aprender menos, sino dedicar menos tiempo a ejercicios mecánicos y más al aprendizaje de calidad.
Pues sí; agobiados por cumplir con el programa nos podemos olvidar hasta del alumno.
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