miércoles, 31 de marzo de 2010

SOFTWARE LIBRE

Vía edulibre.info traemos una sencilla explicación sobre lo que significa el software libre.

miércoles, 24 de marzo de 2010

REPRODUCIR VS. INNOVAR

En el blog de Jordi Jubany descubro esta divertida reflexión.

domingo, 21 de marzo de 2010

LAS TIC EN LAS AULAS

Expongo aquí el comentario realizado al post de Alejandro (@Allthose) Qué bonito es el 2.0 cuando es sincero. El post recoge, efectivamente, muchas situaciones en las que el desarrollo de las TIC en los colegios no se está haciendo bien. Son muchos los aspectos que no funcionan, así es, pero me gustaría señalar algunas vías de escape, entendiendo que es imposible tener recetas mágicas.


Formación inicial. Es verdad que hay facultades donde el estudio de las TIC en el aula deja mucho que desear; de otras hay que decir que son ejemplares. De todos modos –ya lo he comentado en alguna ocasión, no estoy convencido que se hagan bien las cosas cuando se pretende trasladar el modelo TIC imperante en las escuelas, por obra y gracia de la administración educativa, a la universidad. Esta debe acercarse a las TIC desde la reflexión crítica respecto a lo que se está haciendo. No me cabe en la cabeza la imagen de los futuros maestros elaborando unidades con las aplicaciones al uso (jclic, wq, hotpotatoes) ni me los quiero imaginar construyendo su mundo TIC en torno al tabletpc. La formación inicial del profesorado en ese sentido deber ser algo más que la mera repetición de modelos no suficientemente probados.


Formación continua. Las deficiencias de la formación continua son generalizables a todos los ámbitos y a todas las instituciones. La propia estructura está viciada por otros procesos laterales importantísimos para la vida laboral del profesorado (sexenios, concursos…), algo que a veces se olvida cuando se pretende argumentar que lo único importante es el alumno. Está claro que ese es nuestro objetivo, pero de ahí a pensar que el profesor es un ente sin intereses, ajeno a los vaivenes laborales y que vive exclusivamente por y para su actividad en torno al aula va un enorme trecho. Por otra parte, la actividad de ciertos Centros de Profesores ha de ser cuestionada, pues en realidad actúan cada vez más como correa de trasmisión de los intereses de la administración que como espacio de intercambio y de reflexión. No hay más que ver las líneas prioritarias de formación que se envían a los centros, por ejemplo, desde la Consejería aragonesa. Si además unimos las medidas que revocan las ayudas económicas individuales para la formación del profesorado, tenemos un cóctel donde lo que impera es la prisa, la movilización y la consigna. Las modalidades de formación también tienen sus carencias. Pero si he de optar por alguna es por la que se realiza en el propio centro, conociendo las necesidades de los compañeros y tratando de resolver las dificultades con las que nos vamos a encontrar. Para eso es importante que el coordinador TIC, si es el caso, disponga de las horas necesarias para dinamizar todo el proceso. Aquí sí hay que reconocerle a la Consejería la apuesta por esa figura al establecer que hay que concederle el mayor número de horas.Otras modalidades como cursos o seminarios adolecen de muchos y variados vicios, que van de la ineptitud manifiesta de ciertos ponentes a la actitud indolente de algunos participantes.Aun con todo, la formación que no tiene su contrapartida en el desarrollo práctico no es nada. Y ese es el verdadero talón de Aquiles de la aplicación de las TIC en el aula. Esto es, si resulta que hemos formado a miles de profesores en su uso, pero los resultados obtenidos son a todas luces deprimentes, ¿qué es lo que está fallando?


Sobre el uso. Cuando una herramienta es funcional, asequible (por su elaboración, por su coste) e incide positivamente en la unidad de trabajo necesaria para elaborar una unidad de producción, entonces la herramienta es nominalmente revolucionaria al promover un cambio rápido y profundo. Cuando este cambio incide en las formas de trabajo, la herramienta puede llegar a ser liberadora. Cuando además su uso se extiende entre amplios sectores de la sociedad y provoca sustanciales cambios socioeconómicos y culturales, entonces puede decirse que es plenamente revolucionaria en el sentido político del término. Fundamentalmente nos encontramos con que gran parte del profesorado es incapaz de asimilar de qué manera la herramienta revolucionaria incide en su producción y si en efecto es liberadora de trabajo. ¿Acaso el profesorado es ciego a la evidencia revolucionaria o es que la herramienta no es tal? Pues tal vez se trate de las dos cosas. Hay que ver las dificultades que ciertos trabajadores presentan en procesos de reconversión respecto a su forma de trabajo (y no nos engañemos: para ciertas generaciones está siendo un cambio radical). Pero también hay que incidir en los quebraderos de cabeza que nos produce una reparación o las conexiones a Internet que no son lo que se merece un colegio. De todas formas, es preciso anotar que el cambio se ha iniciado ya y que no tiene vuelta atrás. ¿Que no va todo lo rápido que desearíamos...?


Sobre la evaluación y la fiscalización. En un proceso con tantos claroscuros se hace difícil promover actuaciones que evalúen objetivamente lo que se está haciendo. Si éstas son promovidas desde la administración para glorificar su programa, jamás lograremos explicar fallos y deficiencias. Esas explicaciones han de solicitarse a pie de aula. Para terminar, permítame una gracieta. Yo quiero que los inspectores me sigan pidiendo papeles; sí señor, solo papeles; y cuantos más me pidan y ellos lean, mejor. No los quiero como agentes impulsores de las TIC en el aula. Porque, díganme: ¿de verdad los ven capacitados para conocer, dirigir y potenciar esas actividades?

sábado, 20 de marzo de 2010

MANIFIESTO

MANIFIESTO EN DEFENSA DE LOS DERECHOS FUNDAMENTALES EN INTERNET

Ante la inclusión en el Anteproyecto de Ley de Economía sostenible de modificaciones legislativas que afectan al libre ejercicio de las libertades de expresión, información y el derecho de acceso a la cultura a través de Internet, los periodistas, bloggers, usuarios, profesionales y creadores de internet manifestamos nuestra firme oposición al proyecto, y declaramos que:

  1. Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.
  2. La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial -un organismo dependiente del ministerio de Cultura-, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.
  3. La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.
  4. La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.
  5. Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.
  6. Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.
  7. Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.
  8. Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red, en España ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.
  9. Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.
  10. En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

Este manifiesto, elaborado de forma conjunta por varios autores, es de todos y de ninguno. Se ha publicado en multitud de sitios web. Si estás de acuerdo y quieres sumarte a él, difúndelo por Internet.

martes, 16 de marzo de 2010

LA CRÍTICA HIPERBÓLICA


A veces se nos calienta tanto la tecla que deformamos la realidad con la que pretendemos dialogar. Un paso más allá y seríamos capaces de llegar al esperpento. Si a ello añadimos la propia estructura y dinámica de blogs y redes, comentarios incluidos, donde escasamente se profundiza, veremos que en poco se contribuye a aclarar la situación en la que nos encontramos. Esta entrada está pensada fundamentalmente en el trabajo honesto de muchos profes que están asistiendo a cambios de gran importancia.


Algunos de los tuits que se me quedan grabados no hacen más revolotear en mi cabeza como si quisieran escapar. Uno de ellos indicaba que un mal maestro producía un daño irreparable en el alumno. A qué tipo de maestros nos estaremos refiriendo… ¿Al pederasta, al violento, al alcohólico? A lo mejor se refería al que no hace su trabajo, al que no lo hace bien, al que… Efectivamente, dejando a un lado las conductas de tipo criminal, abominables y que se han de perseguir, lo que suelo leer va en el sentido del profesor que no es competente en la implementación de las competencias básicas con sus alumnos y, entre éstas, la palma se la lleva la referida al tratamiento de la información y la competencia digital.


Supongo que a todos nos educaron unos maestros, cada uno con su peculiar forma de enseñar –si es que enseñaban algo–. Supongo que, conductas criminales al margen, nos enseñaron más aquellos que nos trataron con cariño, ante una pizarra o una enciclopedia Álvarez, que aquellos otros que nos trataron a golpes, en los que se personificaba la ansiedad diaria que nos embargaba a cada momento. De estos últimos no aprendí nada. Si no fuera por alguna hostia que me cayó, ni me acordaría de ellos. La resiliencia, ese proceso por el cual un individuo es capaz de sobreponerse a sucesos traumáticos, debería disponer de un grado de menor intensidad para referirse a los males que la escuela genera en los alumnos. Claro está que encontraremos individuos traumatizados por su paso por el colegio, pero sería conveniente tener en cuenta que, a pesar nuestro, los alumnos salen adelante y que, aunque se nos olvide, resulta que somos protagonistas de un sistema que tiende a reproducir desigualdades, porque en realidad el mercado de trabajo se encarga, inexorable, de colocar a cada uno en su sitio. ¿Y qué podría hacer el maestro para luchar contra ese determinismo?


Recuerden a Clinton refiriéndose a Bush: “Es la economía, idiota”. Recuerden en lo que se insiste una y otra vez: “Es la didáctica” (quito el “idiota”). Claro que es la forma de dirigirse al alumno, de dirigirse con los alumnos… Claro que es necesario tener unos fundamentos con los que conducirse, pero ¿cuáles? ¿Me hablan de objetivos operativos, de taxonomías de Bloom, de procedimientos y actitudes, de competencias? ¿Bajo qué marcos teóricos? Pues resulta que en mis años de experiencia he visto actuar de muy diversas maneras a muy buenos profesionales que han sabido sacar lo mejor de sus alumnos, los buenos y no tan buenos. A mi juicio, la clave está en la honestidad, en la responsabilidad para trabajar de tal manera que el alumno se sienta protegido y potenciado en sus capacidades, de modo de adquiera algo que de verdad le va a servir en la vida: el amor por aprender.


Pero, de repente, pareciera que todo el mundo se ha vuelto loco. Hay que correr con una implantación 2.0 y mientras tanto vamos dejando cadáveres por el camino. Hay que meter el concepto de competencia y lo que lleva anexo porque es lo que toca. Mañana tocará otra cosa y estaremos a lo que toque. Algo que me ha asombrado siempre es la capacidad de los profesores para adaptar sus programaciones en papel a las exigencias de la ley. El sueño de una ley de educación no produce monstruos; acaso programaciones, que se le parecen bastante.


Así que, entre tanto, mientras llegan PDIs, tablets y textos digitalizados, se imponen competencias, tareas y proyectos, y se vela mediante inspectores, asesores y talibanes de la cosa, los colegios y los profes siguen sacando a los alumnos adelante. Permitan que ponga en duda la especie de un profesorado en general refractario a hacer bien su trabajo. Me gustaría oír los comentarios elogiosos de profesores que lo intentan. Me gustaría leer las dificultades que se les plantean. (A propósito, Mª Sol se jubila este año y lleva cuatro trabajando con los tablets).


Entiendo que es saludable ver las cosas mucho más en perspectiva. Huir en ocasiones de los corrillos tic-didáctico-pedagógicos, donde el canto del piropo y el argumento de autoridad se nos van a veces de la mano.


Vale.

lunes, 8 de marzo de 2010

PROFESORES SIGLO XXI

miércoles, 3 de marzo de 2010

FÚTBOL Y FILOSOFÍA