Aunque muchos abogamos por otro modelo de escuela, a veces también conviene centrarse en hacer diferente el propio cole, la propia aula, hacer diferentes los sucesivos momentos escolares. Combinaremos, pues, las grandes aspiraciones ideológicas con las pequeñas transformaciones diarias (sin proyectos institucionales, sin programas bien asesorados, sin modelos mediados por modas y consignas políticas).
Guardo como oro en paño las lecturas de mi etapa de formación de profesor. Recuerdo con especial cariño algunas y creo que me marcaron en mi posterior desempeño profesional. Dos, que vienen al hilo de lo que hablaba en un principio, me son especialmente gratas: una es el Poema Pedagógico, de Antón Makarenko; las otras son los pequeños libritos donde se exponían las técnicas de Celestin Freinet.
2 comentarios:
Aún lo siguen mandando leer...igual que los de Freinet....jajaja en TICE...Yo también tengo buen recuerdo de ese libro...
Y otro que he releído varias veces es Walden 2.
Eso me hace pensar. Mi etapa de formación se remonta a unos 30años. Joder con los clásicos.
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