lunes, 3 de noviembre de 2008

El peso de la tradición

El viernes pasado asistí al nacimiento de una tradición. Hasta tres grupos de jóvenes profusamente ataviados con disfraces terroríficos llamaron a mi puerta, para que a la voz de "trato o truco" les obsequiara con unos caramelos. En el pueblo no lo había visto antes. En la escuela es algo que se ha ido extendiendo, favorecido fundamentalmente por los profesores de inglés.
En la década de los 70 pude asistir a otro nacimiento: el de la imposición del pañuelo al torico en las Fiestas del Ángel en Teruel. Creo que no habría más de una docena de personas en la plaza (y no todas mirando). En la década de los 90 me tocó asistir a otro parto: la aparición de las bandas de tambores acompañando a las procesiones de Semana Santa en el pueblo donde vivo.
Otro día hablaremos del peso de las tradiciones y de por qué las cosas se hacen porque siempre se han hecho así.

1 comentario:

Anónimo dijo...

El tradicional toro de fuego, la tradicional fiesta medieval, la tradicional feria de la patata, la tradicional comida de fiestas,... Hay que ver que como somos (según el Diario de Teruel) los que más innovamos y los más punteros en casi todo, nuestras innovaciones se convierten en tradicionales en un año y doce meses. Y cuentas la noche de Todos los Santos, pero enseguida vendrá Papá Noel. Por cierto, después de observar cómo se ha seguido el tema de las elecciones USA no me extrañaría que celebrásemos en Europa el tradicional cuatro de julio el año que viene.